Venezuela atraviesa una
crisis de pronóstico reservado y
Maduro se preocupa solo por mantenerse unos días más en el poder
Venezuela
está atravesando una crisis de pronósticos reservados, la situación ha prendido
las alarmas tanto en el país petrolero, como en el resto del mundo, que ven cómo
se hunde una nación en un pozo de inseguridad personal y jurídica, la falta de
alimentos en los abastos tanto oficiales
como privados es tal que esto trae como consecuencias que se hagan inmensas
colas, donde se atropellan, se roban, se golpean y sufren humillaciones de
funcionarios públicos, especialmente militares, que no aguantan el “empuje” de
los desesperados habitantes del país suramericano en el deseo de conseguir un
poco de comida para llevarle a sus hijos.
Ante esta
esta situación el gobierno puso en práctica una tarjeta de racionamiento electrónicas,
que además le sirve para tener
control absoluto de los habitantes de este país, que en mala hora se dio un
gobierno inspirado en la revolución cubana, en el modelo comunista que controla
todo el aparato productivo, cosa que aquí no se ha logrado totalmente y gracias
a ello, aún se pueden conseguir en los mercados
uno que otro alimento de la dieta diaria.
Ante la
desesperación por mantenerse en el poder el Presidente Nicolás Maduro culpa de
sus males, a todo el mundo, menos a los verdaderos responsables que están allí
“enchufados” como dijera Capriles, pues ahora son los “buhoneros” o
trabajadores de la economía informal, que pierden 5 y más horas en una cola
para comprar algunos productos y revenderlo y así llevar un poco de dinero a sus hogares,
porque no tienen un trabajo de calidad, también culpan al contrabando de extracción,
dicen que esto no es nuevo en este país
y es verdad, pero el pueblo no es “pendejo”, y sabe que el contrabando que existía antes, era a la inversa, se iba a
buscar mercancía a otras partes, Colombia, Trinidad y otros lugares, porque en
Venezuela la moneda tenía más valor que en esas naciones.
Pero si
la falta de alimentos es una situación crítica, la falta de medicamentos es
algo inhumano, se muere nuestra gente en los hospitales porque no hay
medicamentos ni insumos necesarios para realizar operaciones o tratar
enfermedades graves, y la repuesta que da Maduro a sus “camaradas” del PSUV es
que en los hospitales del país, hay medicina genérica, (cosa que no es
totalmente cierta) y es esa que traen o traían de Cuba, muchas veces vencidas o
de muy mala calidad.
Las Clínicas
privadas hacen lo imposible por ayudar al pueblo ante este problema, pero el
gobierno les niega el acceso a las divisas para que obtengan lo necesario y ofrecer, al menos allí, un sistema de salud óptimo.
Pero no
nos quedamos allí, recientemente el médico Peter J. Hotez jefe de la
publicación PLOS (Public Library of Science) y Decano de la Escuela
Nacional de Medicina Tropical en el Colegio Baylor de Medicina y Presidente
del Sabin Vaccine Institute, en un alarmante artículo en su
blog en PLOS titulado “Venezuela: An Emerging Tropical
Disease and Humanitarian Emergency?” (en inglés) denuncia el resurgimiento de
enfermedades tropicales en Venezuela que podrían llevar al país a una “emergencia humanitaria”
ante la escasez de medicamentos específicos y la falta de efectividad de las
políticas gubernamentales en su combate.
Informan en The Lancet que encontraron que se han más que duplicado
el número de casos de malaria en Venezuela desde 2008, a casi 1.500 casos
semanales reportados en promedio este año. Considerando que las Américas en
general han experimentado un descenso del 58% de la malaria en la última
década, sin embargo Venezuela se une a Guyana y Haití como los únicos tres
países donde ha aumentado.
Venezuela tiene un índice de desarrollo humano y un ingreso nacional bruto per cápita sustancialmente mayor que Guyana y Haití, lo que sugiere que otros factores además de la pobreza extrema explican en parte esta situación.
Pero la malaria no es la única enfermedad tropical
que ha resurgido en Venezuela. Los casos de dengue están aumentando y hay
serias preocupaciones acerca de la propagación del chikungunya desde el
Caribe.
Por
otra parte, ha habido escasez en las reservas nacionales de medicamentos
antimoniales para tratar la leishmaniasis, y un problema no resuelto con
esquistosomiasis urbana causada por Schistosoma mansoni.
En marcado contraste con las décadas anteriores,
cuando Venezuela era un líder de los esfuerzos de salud pública en América
Latina, el país parece estar experimentando una grave crisis en esa área vital
para el ser humano. Mientras tanto, las enfermedades tropicales desatendidas
representan un problema de salud pública y de emergencia humanitaria en la
nación venezolana que puede requerir asistencia externa de la Organización
Panamericana de la Salud y
otros organismos internacionales.
Si todo esto es grave, más peligroso es aun el
silencio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Unión Europea, de
los Estados Unidos de América; pareciera que nadie se conduele de lo que está
pasando en este país, que ha dado tanto por ayudar y contribuir en la
consolidación de democracias en el mundo y hoy se hunde solo, ante la mirada indiferente del resto
del planeta.
Hablamos de gravedad, pero nos olvidamos lamentar
la poca presión que hace la oposición venezolana por buscar las fórmulas de
extirpar de raíces estos males, que por ahora, el único culpable de todo lo que
está pasando es el gobierno de Nicolás Maduro, finalmente muestro mi desacuerdo
con el decir popular “que los pueblos
se merecen el gobierno que tienen”, no, no, eso es falso, Venezuela no
se merece este régimen, esta tragedia que jamás se vivió en las peores
dictaduras que habíamos tenido desde la conquista de los españoles por allá por
siglo XVII.
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