domingo, 31 de agosto de 2014

Venezuela atraviesa una crisis de pronóstico reservado y  Maduro se preocupa solo por mantenerse unos días más en el poder

Venezuela está atravesando una crisis de pronósticos reservados, la situación ha prendido las alarmas tanto en el país petrolero, como en el resto del mundo, que ven cómo se hunde una nación en un pozo de inseguridad personal y jurídica, la falta de alimentos en los abastos tanto  oficiales como privados es tal que esto trae como consecuencias que se hagan inmensas colas, donde se atropellan, se roban, se golpean y sufren humillaciones de funcionarios públicos, especialmente militares, que no aguantan el “empuje” de los desesperados habitantes del país suramericano en el deseo de conseguir un poco de comida para llevarle a sus hijos.

Ante esta esta situación el gobierno puso en práctica una tarjeta de racionamiento electrónicas,        que además le sirve para tener control absoluto de los habitantes de este país, que en mala hora se dio un gobierno inspirado en la revolución cubana, en el modelo comunista que controla todo el aparato productivo, cosa que aquí no se ha logrado totalmente y gracias a ello, aún se pueden conseguir en los mercados  uno que otro alimento de la dieta diaria.

Ante la desesperación por mantenerse en el poder el Presidente Nicolás Maduro culpa de sus males, a todo el mundo, menos a los verdaderos responsables que están allí “enchufados” como dijera Capriles, pues ahora son los “buhoneros” o trabajadores de la economía informal, que pierden 5 y más horas en una cola para comprar algunos productos y revenderlo y así  llevar un poco de dinero a sus hogares, porque no tienen un trabajo de calidad, también culpan al contrabando de extracción, dicen que  esto no es nuevo en este país y es verdad, pero el pueblo no es “pendejo”, y sabe que el contrabando  que existía antes, era a la inversa, se iba a buscar mercancía a otras partes, Colombia, Trinidad y otros lugares, porque en Venezuela la moneda tenía más valor que en esas naciones.

Pero si la falta de alimentos es una situación crítica, la falta de medicamentos es algo inhumano, se muere nuestra gente en los hospitales porque no hay medicamentos ni insumos necesarios para realizar operaciones o tratar enfermedades graves, y la repuesta que da Maduro a sus “camaradas” del PSUV es que en los hospitales del país, hay medicina genérica, (cosa que no es totalmente cierta) y es esa que traen o traían de Cuba, muchas veces vencidas o de muy mala calidad.

Las Clínicas privadas hacen lo imposible por ayudar al pueblo ante este problema, pero el gobierno les niega el acceso a las divisas para que obtengan lo necesario y ofrecer, al menos allí, un sistema de salud óptimo.

Pero no nos quedamos allí, recientemente el médico Peter J. Hotez jefe de la publicación PLOS (Public Library of Science) y Decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical en el Colegio Baylor de Medicina y Presidente del Sabin Vaccine Institute, en un alarmante artículo en su blog en PLOS titulado “Venezuela: An Emerging Tropical Disease and Humanitarian Emergency?” (en inglés) denuncia el resurgimiento de enfermedades tropicales en Venezuela que podrían llevar al país a una emergencia humanitaria” ante la escasez de medicamentos específicos y la falta de efectividad de las políticas gubernamentales en su combate.

Informan en The Lancet  que encontraron que se han más que duplicado el número de casos de malaria en Venezuela desde 2008, a casi 1.500 casos semanales reportados en promedio este año. Considerando que las Américas en general han experimentado un descenso del 58% de la malaria en la última década, sin embargo Venezuela se une a Guyana y Haití como los únicos tres países donde ha aumentado. 

    Venezuela tiene un índice de desarrollo humano  y un ingreso nacional bruto per cápita sustancialmente mayor que Guyana y Haití, lo que sugiere que otros factores además de la pobreza extrema explican en parte esta situación.

Pero la malaria no es la única enfermedad tropical que ha resurgido en Venezuela. Los casos de dengue están aumentando y hay serias preocupaciones acerca de la propagación del chikungunya desde el Caribe.

  Por otra parte, ha habido escasez en las reservas nacionales de medicamentos antimoniales para tratar la leishmaniasis, y un problema no resuelto con esquistosomiasis urbana causada por Schistosoma mansoni.

En marcado contraste con las décadas anteriores, cuando Venezuela era un líder de los esfuerzos de salud pública en América Latina, el país parece estar experimentando una grave crisis en esa área vital para el ser humano. Mientras tanto, las enfermedades tropicales desatendidas representan un problema de salud pública y de emergencia humanitaria en la nación venezolana que puede requerir asistencia externa de la Organización Panamericana de la Salud y otros organismos internacionales.
Si todo esto es grave, más peligroso es aun el silencio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Unión Europea, de los Estados Unidos de América; pareciera que nadie se conduele de lo que está pasando en este país, que ha dado tanto por ayudar y contribuir en la consolidación de democracias en el mundo y hoy se hunde  solo, ante la mirada indiferente del resto del planeta.
Hablamos de gravedad, pero nos olvidamos lamentar la poca presión que hace la oposición venezolana por buscar las fórmulas de extirpar de raíces estos males, que por ahora, el único culpable de todo lo que está pasando es el gobierno de Nicolás Maduro, finalmente muestro mi desacuerdo con el decir popular “que los pueblos se merecen el gobierno que tienen”, no, no, eso es falso, Venezuela no se merece este régimen, esta tragedia que jamás se vivió en las peores dictaduras que habíamos tenido desde la conquista de los españoles por allá por  siglo XVII.

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