Declaraciones de
dos Rectoras del CNE
PONEN EN PELIGRO PAZ DE LOS VENEZOLANOS
Es
ardua la tarea que tenemos que realizar los comentaristas políticos para
entender la actitud gubernamental antes los sucesos que hoy vive Venezuela,
después de celebrar unas elecciones sobrevenidas y realmente atípica.
Maduro gana unas
elecciones cuestionadas. Capriles desconoce ese resultado y pide reconteo de votos, papeleta por papeleta y cotejada con
los cuadernos de votación, con firmas y huellas dactilares, pero igual es
proclamado Nicolás presidente por CNE.
La gente indignada
sale a protestar, la paz del país se estremece por la rudeza con que fueron
reprimidos por el gobierno y grupos afectos al oficialismo. Preocupante lo que
pasó en el Parlamento, hieren a un diputado opositor y no dejan que los
parlamentarios de la Unidad Democrática tomen la palabra.
El CNE se reúne y
después de 9 horas de liberaciones, consultas y acuerdos entre los dos comandos
(Chávez y Bolívar) se anuncia al país que se hará una auditoria de los
sufragios del 14 de abril. Inteligente decisión, porque con ella todos ganan.
Pero aún sin empezar
a contar los votos la titular del Consejo Nacional Electoral de Venezuela,
Tibisay Lucena, pidió a los venezolanos no hacerse
"falsas expectativas" con la auditoría que la institución aprobó
sobre el 100 % de los votos. Lucena
señaló que la auditoría aprobada es para demostrar que "la plataforma
tecnológica funciona perfectamente y que los resultados son fiel reflejo de la
voluntad soberana de los venezolanas y las venezolanos".
Pongamos atención a
esta otra perla, la vicepresidenta del CNE, Sandra
Oblitas en compañía de las rectoras Socorro Hernández y Tania Díaz se pronunció
en estos términos:
"Esa ampliación de la auditoría se realizará de acuerdo a los protocolos establecidos por el CNE (...) Para el CNE el evento electoral culminó y los resultados son irreversibles".
"Esa ampliación de la auditoría se realizará de acuerdo a los protocolos establecidos por el CNE (...) Para el CNE el evento electoral culminó y los resultados son irreversibles".
Más
grave aún, la dama señaló que la auditoría no significa un reconteo de votos.
"Aquí dimos unos resultados el 14 de abril que son irreversibles (...) No
hubo error en la auditoria, se han hecho falsas expectativas sobre un presunto
reconteo", e
indicó que "no hay auditoría que cambie los resultados electorales".
indicó que "no hay auditoría que cambie los resultados electorales".
Con estas
declaraciones las rectoras del CNE ponen en peligro la paz de los
venezolanos y lo que es más grave, lo están haciendo consciente del daño
que pueden causarle a este pueblo noble, que su único delito fue y es, el de no
compartir las ideas del Comunismo del Siglo 21, impuesto por Chávez y que estas
damas quieren continuar a cualquier precio.
Si los resultados
del 14 de abril son irreversibles, por qué admitieron el reconteo de los votos,
papeletas por papeletas. ¿Para burlarse una vez más del pueblo?, ¿Buscando que
sigan las protestas en las calles y que el gobierno reprima a ciudadanos, buscando
una razón para decretar un toque de queda y suspender el proceso de auditoría?
Si tanto miedo le
tienen a esta auditoría, se puede pensar en aquella cuña publicitaria de
Capriles: “algo bueno está pasando”. Y las rectoras lo saben.
El papa Francisco dijo que acompaña a Venezuela “con profunda
preocupación, con la oración intensa y con la esperanza de que va a buscar y
encontrar formas justas y pacíficas para superar las serias dificultades que el
país está atravesando”. Pero pareciera
que las directoras del CNE, Tibisay Lucena y Sandra Oblitas, no solo no se preocupan por esta
situación, sino que la incitan con estas lastimosas declaraciones.
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