martes, 24 de septiembre de 2013

El imperio Chino invade a Venezuela

Nos están  CAMBIANDO “CACHIVACHES” POR ORO NEGRO

En pocas semanas estaremos celebrado el “Día de la raza”, pero no es eso lo que vamos a comentar hoy, aunque sí mencionaremos la fecha como referencia histórica de algo que se está repitiendo en nuestra querida Venezuela 511 años después.
En aquella época, los españoles que llegaron con Colón, nos cambiaban “espejitos” por oro, también crearon la leyenda de “El dorado”, una ciudad mítica hecha de oro, que fue buscada por los exploradores españoles con gran empeño, en donde el preciado metal era algo tan común que se le daba poca importancia.
Ahora los que toman las tierras venezolanas con todas sus riquezas son los chinos y nos están cambiando cualquier “cachivache” por oro, no solo el amarillo con la entrega de “El Dorado” (Las Cristinas) sino el conocido como oro negro, que tanto necesita China para mantener su inmenso crecimiento tanto poblacional como industrial.
En reuniones del presidente Nicolás Maduro con representantes de empresas chinas se lograron importantes acuerdos para el desarrollo energético, industrial, de la construcción y la producción agropecuaria en Venezuela.
No  entendemos esto y lo único que se  viene a la mente es la colonización de Venezuela por China. Por qué acuerdos de construcción y producción agropecuaria, si en la tierra de Bolívar tenemos una industria de la construcción de las mejores del mundo, con profesionales de alta capacidad y en al ámbito agropecuario, nuestros productores del campo abastecían el mercado criollo y hasta se exportaban algunos rubros, pero la revolución comunista expropió tierras, fincas, haciendas productivas y las convirtieron en peladeros y de eso se aprovechan los chinos para ofrecer apoyo en algo donde no tienen idea de cómo se construye y menos como se trabaja la tierra en este país.
"En el ámbito energético, se acordó con Sinopec (empresa petrolera china) una inversión de 14.000 millones de dólares en el bloque Junín 1 de la Faja Petrolífera del Orinoco, también explicó Nicolás: "Hemos firmado financiamiento de 391 millones de dólares con el Eximbank para la construcción del terminal marítimo de Pequiven en Morón, estado Carabobo. Otros 5.000 millones de dólares serán invertidos en el país, a través de un crédito del Banco de Desarrollo Chino.
       
    La consolidación de la soberanía alimentaria y el abastecimiento en el país fue otro de los temas que Maduro debatió durante su visita. "Con la empresa Beidahuang, la primera en el ramo agrícola en China, acordamos la siembra de 60.000 hectáreas de maíz, arroz y soya en los estados Guárico, Delta Amacuro, Barinas, Apure y Portuguesa, la pregunta obligada es por qué cambian a los agricultores nuestros por los chinos?.
         De la cooperación entre Venezuela y China, destaca la obtención de financiamiento por 36.000 millones de dólares, de los cuales Venezuela ya canceló 20.000 millones de dólares, que fueron invertidos en grandes proyectos para el desarrollo integral del país.

   Volvemos a preguntar ¿cuál desarrollo?, según el Presidente en las áreas de infraestructura, industrias básicas, transporte, comunicaciones, energía eléctrica, agricultura y ambiente.  En infraestructura cada día estamos peor, las industrias básicas quebradas, en  agricultura no producimos ni el 20 % de lo que consumimos, en energía eléctrica, todos sabemos de los apagones. Estos 20.000 millones de dólares se fueron para otro parte u otros bolsillos. Nada extraño en revolución.  
        Toda esta descomunal  suma de dinero no se la entregan al país, porque son panas, o camaradas comunistas, no, lo hacen porque están hipotecando nuestra industria petrolera y minera y porque en esos convenios hay uno que no sale a luz pública, pero que todos sabemos que existe porque lo vivimos en nuestras calles.
        Se trata nada más y nada menos de mandar cualquier cantidad de chinos a Venezuela, ya en nuestras ciudades, donde ante veíamos a un asiático, en una lavandería o en un restaurante aislado por allí, ahora lo tenemos en todos partes y día a día se multiplican más y más.

     Tiendas de líneas blanca, artículos para computadoras, ferretería, abastos, supermercados y librerías, vemos todo tipo de negocios y algo parecido a los tiempos de la colonia, con los venezolanos, casi como esclavos, los muy poco que trabajan con ellos los mandan, los gritan y quien sabe cuántas cosas le dirán en su idioma, ahora lo vamos a tener en la industria petrolera, la minería y la construcción, cualquier parecido con los tiempos de la colonia es pura coincidencia.
        Tenemos que esperar otro  Bolívar, pero ahora, sin armas, sin guerra, pero si un militar con guáramo, que rescate al país del imperio chino y nos quite el yugo asiático o esperamos pacientemente que quien nos devuelva la independencia sea Henrique Capriles Radonski, con una “Campaña Admirable” que nos lleve triunfante a las próximas elecciones presidenciales.

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