El imperio Chino invade a Venezuela
Nos están CAMBIANDO “CACHIVACHES” POR ORO NEGRO
En pocas semanas estaremos celebrado
el “Día de la raza”, pero no es eso lo que vamos a comentar hoy, aunque sí
mencionaremos la fecha como referencia histórica de algo que se está repitiendo
en nuestra querida Venezuela 511 años después.
En aquella época, los españoles que
llegaron con Colón, nos cambiaban “espejitos” por oro, también crearon la
leyenda de “El dorado”, una ciudad mítica hecha
de oro, que fue buscada por los exploradores
españoles con gran empeño, en donde el preciado metal era algo
tan común que se le daba poca importancia.
Ahora los que toman las tierras
venezolanas con todas sus riquezas son los chinos y nos están cambiando cualquier
“cachivache” por oro, no solo el amarillo con la entrega de “El Dorado” (Las
Cristinas) sino el conocido como oro negro, que tanto necesita China para mantener
su inmenso crecimiento tanto poblacional como industrial.
En reuniones del presidente Nicolás Maduro
con representantes de empresas chinas se lograron importantes acuerdos para el
desarrollo energético, industrial, de la construcción y la producción
agropecuaria en Venezuela.
No entendemos esto y lo único que se viene a la mente es la colonización de
Venezuela por China. Por qué acuerdos de construcción y producción
agropecuaria, si en la tierra de Bolívar tenemos una industria de la
construcción de las mejores del mundo, con profesionales de alta capacidad y en
al ámbito agropecuario, nuestros productores del campo abastecían el mercado
criollo y hasta se exportaban algunos rubros, pero la revolución comunista expropió
tierras, fincas, haciendas productivas y las convirtieron en peladeros y de eso
se aprovechan los chinos para ofrecer apoyo en algo donde no tienen idea de cómo
se construye y menos como se trabaja la tierra en este país.
"En el ámbito energético, se
acordó con Sinopec (empresa petrolera china) una inversión de 14.000 millones
de dólares en el bloque Junín 1 de la Faja Petrolífera del Orinoco, también
explicó Nicolás: "Hemos firmado financiamiento de 391 millones de dólares
con el Eximbank para la construcción del terminal marítimo de Pequiven en
Morón, estado Carabobo. Otros 5.000 millones de dólares serán invertidos en el
país, a través de un crédito del Banco de Desarrollo Chino.
La consolidación de la
soberanía alimentaria y el abastecimiento en el país fue otro de los temas que
Maduro debatió durante su visita. "Con la empresa Beidahuang, la primera
en el ramo agrícola en China, acordamos la siembra de 60.000 hectáreas de maíz,
arroz y soya en los estados Guárico, Delta Amacuro, Barinas, Apure y
Portuguesa, la pregunta obligada es por qué cambian a los agricultores nuestros
por los chinos?.
De la cooperación entre
Venezuela y China, destaca la obtención de financiamiento por 36.000 millones
de dólares, de los cuales Venezuela ya canceló 20.000 millones de dólares, que
fueron invertidos en grandes proyectos para el desarrollo integral del país.
Volvemos a preguntar ¿cuál
desarrollo?, según el Presidente en las áreas de infraestructura, industrias
básicas, transporte, comunicaciones, energía eléctrica, agricultura y ambiente. En infraestructura cada día estamos peor, las
industrias básicas quebradas, en agricultura no producimos ni el 20 % de lo que
consumimos, en energía eléctrica, todos sabemos de los apagones. Estos 20.000
millones de dólares se fueron para otro parte u otros bolsillos. Nada extraño
en revolución.
Toda esta descomunal suma de dinero no se la entregan al país,
porque son panas, o camaradas comunistas, no, lo hacen porque están hipotecando
nuestra industria petrolera y minera y porque en esos convenios hay uno que no
sale a luz pública, pero que todos sabemos que existe porque lo vivimos en
nuestras calles.
Se trata nada más y nada menos de mandar
cualquier cantidad de chinos a Venezuela, ya en nuestras ciudades, donde ante
veíamos a un asiático, en una lavandería o en un restaurante aislado por allí,
ahora lo tenemos en todos partes y día a día se multiplican más y más.
Tiendas de líneas blanca, artículos para
computadoras, ferretería, abastos, supermercados y librerías, vemos todo tipo
de negocios y algo parecido a los tiempos de la colonia, con los venezolanos,
casi como esclavos, los muy poco que trabajan con ellos los mandan, los gritan
y quien sabe cuántas cosas le dirán en su idioma, ahora lo vamos a tener en la
industria petrolera, la minería y la construcción, cualquier parecido con los
tiempos de la colonia es pura coincidencia.
Tenemos que esperar otro Bolívar, pero ahora, sin armas, sin guerra,
pero si un militar con guáramo, que rescate al país del imperio chino y nos quite
el yugo asiático o esperamos pacientemente que quien nos devuelva la
independencia sea Henrique Capriles Radonski, con una “Campaña
Admirable” que nos lleve triunfante a las próximas elecciones presidenciales.
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