lunes, 3 de febrero de 2014


Lo que vive Venezuela

Un gobierno militar con un presidente civil
       
      En la historia democrática venezolana, la Fuerza Armada ha sido considerada una institución prestigiosa, dedicada a la defensa de la nación y por sobre todo, un apego absoluto a la Constitución Nacional, pero a partir de la elección como presidente de Chávez en 1998 los militares empezaron a ocupar cargos que usualmente estaban encargados a civiles y ahí  surgieron los cuestionamientos sobre su papel.

       El presidente fallecido designó militares en puestos claves del gobierno venezolano, impuso candidatos venidos de los cuarteles en cargos de elección popular, nada que criticarle o comentarle, porque un militar retirado está en todo su derecho constitucional de aspirar y ejercer estos cargos. 
       Todos esperábamos en Venezuela, por razones obvias, que al asumir la primera magistratura un civil las cosas cambiarían, no quitándole lo que la constitución les otorga a los militares retirados, sino que dejaran de minar al estado venezolano de militares en todos los altos cargos del gobierno.
La directora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel expresó: "Claramente los militares están controlando lo económico, la inteligencia y las armas. Están en 25% de los ministerios (...) Los hombres con más poder del país tienen uniforme militar. Hay una toma del poder por parte de los militares".
Sin duda  que una de las personas del mundo civil que tiene mayor conocimiento de La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), es la Doctora San Miguel, pero hay algo que ella olvidó o no quiso expresar,  seguramente le sobraran razones para no hacerlo, y es el por qué Maduro decide aumentar el número de militares en los cargos públicos, asignándoles responsabilidades de estado, de donde depende el futuro político, económico y social del país.
Una o dos semanas antes de que Nicolás Maduro tomara la decisión de poner en cargos de tanta responsabilidad  a militares, presuntamente se había realizado una reunión en Fuerte Tiuna, donde prácticamente estaba decidido el derrocamiento del señor presidente.
Según se conoció en forma extraoficial, los de uniforme argumentaban que Maduro le estaba haciendo un daño irreparable a la revolución, pero a última hora se impuso el criterio de unos conservadores con más visión del futuro personal de los que hoy están ostentando el poder, porque alguien habló del peligro que Diosdado Cabello significaba si   asumía el mando y por eso  negociaron con el heredero de Chávez.
El argumento con Nicolás Maduro fue sencillo: te dejamos en el poder sino no gobierna, esto nos los deja a nosotros, que tenemos la obligación de preservar el régimen militar, que desde el año 1958, cuando salió Marcos Pérez Jiménez, no ostentábamos.
A Maduro no le quedo de una que aceptar las condiciones impuestas por los militares, consciente que no solo lo sacarían del poder, sino que podía terminar el resto de sus días en una cárcel, acusado de todas las barbaries cometidas en los pocos meses que tiene gobernando.

Voy a terminar estos comentarios con una cita de la experta en materia militar quien señala, que en definitiva, se trata de "la ejecución real del poder que detentan las promociones de las intentonas militar del 4F (los fallido golpe de febrero de 1992 y el 27 de noviembre)  que hoy realmente controlan el país".

No hay comentarios:

Publicar un comentario