Lo que vive Venezuela
Un gobierno militar
con un presidente civil
En la historia democrática venezolana, la Fuerza Armada ha sido considerada una
institución prestigiosa, dedicada a la defensa de la nación y por sobre
todo, un apego absoluto a la Constitución Nacional, pero a partir de la
elección como presidente de Chávez en 1998 los militares empezaron a ocupar
cargos que usualmente estaban encargados a civiles y ahí surgieron los cuestionamientos sobre su papel.
El presidente fallecido
designó militares en puestos claves del gobierno
venezolano, impuso candidatos venidos de los cuarteles en cargos de elección
popular, nada que criticarle o comentarle, porque un militar retirado está en
todo su derecho constitucional de aspirar y ejercer estos cargos.
Todos
esperábamos en Venezuela, por razones obvias, que al asumir la primera
magistratura un civil las cosas cambiarían, no quitándole lo que la
constitución les otorga a los militares retirados, sino que dejaran de minar al
estado venezolano de militares en todos los altos cargos del gobierno.
La directora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel expresó: "Claramente
los militares están controlando lo económico, la inteligencia y las
armas. Están en 25% de los ministerios (...) Los hombres con más poder del
país tienen uniforme militar. Hay una toma del poder por parte de los
militares".
Sin duda que una de las personas
del mundo civil que tiene mayor conocimiento de La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), es la Doctora San Miguel, pero hay
algo que ella olvidó o no quiso expresar,
seguramente le sobraran razones para no hacerlo, y es el por qué Maduro decide aumentar el número de militares en los cargos públicos, asignándoles responsabilidades
de estado, de donde depende el futuro político, económico y social del país.
Una o dos semanas antes de que Nicolás Maduro tomara la decisión de
poner en cargos de tanta responsabilidad a militares, presuntamente se había realizado
una reunión en Fuerte Tiuna, donde prácticamente estaba decidido el
derrocamiento del señor presidente.
Según se conoció en forma extraoficial, los de uniforme argumentaban que
Maduro le estaba haciendo un daño irreparable a la revolución, pero a última
hora se impuso el criterio de unos conservadores con más visión del futuro
personal de los que hoy están ostentando el poder, porque alguien habló del
peligro que Diosdado Cabello significaba si
asumía el mando y por eso negociaron con el heredero de Chávez.
El argumento con Nicolás Maduro fue sencillo: te dejamos en el poder
sino no gobierna, esto nos los deja a nosotros, que tenemos la obligación de
preservar el régimen militar, que desde el año 1958, cuando salió Marcos Pérez
Jiménez, no ostentábamos.
A Maduro no le quedo de una que aceptar las condiciones impuestas por
los militares, consciente que no solo lo sacarían del poder, sino que podía terminar
el resto de sus días en una cárcel, acusado de todas las barbaries cometidas en
los pocos meses que tiene gobernando.
Voy a terminar estos comentarios con una cita de la experta en materia
militar quien señala, que en definitiva, se trata de "la ejecución real
del poder que detentan las promociones de las intentonas militar del 4F (los
fallido golpe de febrero de 1992 y el 27 de noviembre) que hoy realmente controlan el país".
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