Abrirán  archivos de terrorismo de estado.

Se investigaran presuntos crímenes cometidos en el pasado

La revolución de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello viene con todo, sim importarle a quien se lleve por delante, al menos es  la deducción que hago cuando leo las declaraciones de la señora Fiscal General de la República y que no ponemos en duda porque todos sabemos que recibe instrucciones del gobierno.

Venezuela abrirá los archivos de los cuerpos de inteligencia y seguridad en el marco de una investigación del presunto "terrorismo de Estado" que el Gobierno atribuye a las administraciones que se alternaron el poder entre 1958 y 1998.

Imagino que por ese ejemplo de “neutralidad y justicia” de la señora fiscal, tuvo un pequeño olvido y dejó, inconscientemente, por supuesto, de mencionar hechos anteriores y posteriores a esa fecha,  como por ejemplo no señaló al Rey de España Fernando VII, por la disolución de la Junta Suprema de España.

También ignoró, por olvido, es verdad, ordenar abrir  los expedientes del Decreto de Guerra a Muerte, en la famosa proclama de Simón  Bolívar, donde señaló: «¡Españoles y Canarios! Contad con la muerte aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. ¡Americanos! Contad con la vida aun cuando seáis culpables».

En declaraciones a periodistas la Fiscal General de la República calificó la decisión como un "evento histórico" y señaló que la apertura de los archivos representa un "salto positivo hacia adelante" en la investigación de los presuntos crímenes.

"El ministro (Rodríguez Torres) ha ordenado abrir los archivos (...) a la orden para toda la comisión", afirmó Ortega para luego agregar que se dispuso también el resguardo inmediato de los archivos para evitar que "desaparezca" alguna documentación.

Es importante que abran esos archivos y mucho más importante aún el “resguardo” de ellos, porque así conoceremos muchas verdades y se evitarían que desaparecieran algunos, como los casos de corrupción, donde los que involucran a los altos jerarcas del gobierno, como Diosdado Cabelllo, el Presdente de PVSA y muchos otros se han evaporizados, como arte de magia y la contralora chavista dice que por allí no se han cogido “ni medio centavo”, a pesar del que el mismo Jorge Giordani   denunció un caso.

Pero no es de corrupción que estamos comentando es de desapariciones y crímenes como los cometido el martes 4 de febrero de 1992, cuando un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de Estado  contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. La intentona golpista no logró sus objetivos y los rebeldes se rindieron. Pero dejaron una estela de muertos por la que nadie respondió.

Ortega ha dicho que existen 1.635 casos denunciados de desapariciones por motivos políticos durante los 40 años de lo que el gobierno chavista denominó IV República. No señora Fiscal, hay muchos casos más, lo que pasa es que no hay peor ciego que el que no quiere ver y Ud., no quiere ver la viga en su ojo, pero si la paja en el ojo ajeno.

Allí están incluidos, imagino que si, la revisión de expedientes del 27 de noviembre de 1992. La sede de Venezolana de Televisión, así como las antenas repetidoras de RCTV y Venevisión fueron tomadas por el teniente Jesse Chacón, todos conocemos de la cantidad de muertos que dejó ese intento de golpe de estado y particularmente la forma brutal, criminal e inhumana como mataron a humildes trabajadores de VTV.  Hoy uno de los que tomaron esa planta es ministro, e hizo tanto dinero en el gobierno pasado que un hermano, más limpio que “talón de lavandera” se convirtió en banquero.

Pero lo que desaparecen todos los días en nuestras cárceles, los que mueren en las calles a manos de la FAN, en el operativo “Muerte Segura”, perdón Patria Segura, los que cayeron el 11 de abril, los jóvenes que quemaron en fuerte Mara,  los que ahogaron en estiércol en Anzoátegui, Franklin Brito entre muchos otros, pero vamos a creer en la palabra de la Fiscal y esperemos que todos estos casos, sin excepción sean investigados, sin “borrar las evidencias”.  Verdad Señora Fiscal.