domingo, 25 de agosto de 2013

Colas kilométricas para comprar gasolina y gasoil.


EN CARÚPANO LA REVOLUCION ESTÁ CADA DÍA MAS BELLA

Carúpano es la segunda ciudad más importante en el estado Sucre, ubicada a orillas del mar Caribe, tierra de carnaval, sol y mujeres bellas y en Carúpano éramos felices pero no lo sabíamos, aquí se iba a cualquier “bodega”, abasto o supermercado y encontrabas todo lo que necesitabas para la alimentación y aseo personal de la familia.

Carúpano es la puerta de entrada a la Península de Paria, aquí existió una red de mercados populares llamado Corpomercadeo, del gobierno, entrabas en cualquiera y encontrabas no solo el producto que buscabas, sino una diversidad de marcas de excelente calidad.
Pero un día llegó la revolución y acabó con todo eso, no se consiguen los productos de primera necesidad, los alimentos y los de usos diarios en los hogares, en esa tan denigrada y mal llamada cuarta República, en Carúpano se construyó el Hospital General, el acueducto el carupanero, las urbanizaciones Guyacan de las Flores, Charallave, Bloques del Mangle, Bloques de Playa Grande, se hizo el drenaje de la ciudad y hasta unas avenidas.
En 14 años de Revolución solo existe  miseria, hambre abandono, apenas se sostiene el carnaval porque lo hace el pueblo, con la ayuda del gobierno que le encanta el circo, para que la gente olvide sus verdaderos problemas, esos que a diario le aquejan, como la inseguridad  y ahora la falta de combustible
Esto es realmente inimaginable  y en muchas partes del mundo donde leen “Comentándola feliz”, seguramente no se lo creen, porque siendo esta nación hasta hace muy poco, (ante de la revolución comunista) una  de los primeras productoras de petróleo del universo, que además contábamos y contamos con refinerías de alta tecnología y de gran tamaño, estemos sufriendo por la escasez de gasoil y gasolina,
Que hayamos llegado a los extremos de no tener el combustible para los vehículos automotor y las embarcaciones pesqueras puedan cumplir el trabajo diario y prestar los servicios de abastecimiento, cuando se consigue el producto o ir a alta mar en la búsqueda del pescado que consumimos a diario en esta tierra de gracias, como la bautizó Colón, es inaudito.
Desde el comienzo del siglo pasado, Venezuela evolucionó en el perfeccionamiento del control de su actividad petrolera, el cual culmina con la nacionalización de las empresas extranjeras y la creación de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en 1976. Gobernaba un presidente de la cuarta república, Carlos Andrés Pérez, que por cierto también le dio poder al pueblo para que eligieran a sus gobernadores, alcaldes, concejales y presidentes de juntas parroquiales.
Una empresa que no obstante ser estatal se condujo con una visión comercial y con los criterios más avanzados de gerencia. PDVSA, en poco más de dos décadas se convirtió en una empresa de excelencia gerencial y de referencia mundial, ubicada entre los primeros cinco lugares de casi todos los parámetros utilizados para medir eficiencia, accidentalidad y capacidad de producción.
Cuando uno oye que desde el gobierno culpan al “paro petrolero” de todos los males, no solo de la industria sino del país en general, da lástima porque  el verdadero sabotaje petrolero lo ejecutó el presidente Chávez (recuerdan el pito) al despedir a más de 20.000 trabajadores (más de 250.000 años de experiencia), dejando a PDVSA en situación minusválida para realizar las actividades medulares de una empresa petrolera. 
El 25 de agosto de 2012, ocurrió una explosión en la refinería Amuay del Complejo Refinador Paraguaná. La Fiscalía General de la República reconoció 42 fallecidos, 132 heridos y 8 desaparecidos, en lo que constituye el accidente más grave en 98 años de la industria petrolera venezolana.
Pero este y otros accidentes se ha visto no solo en Amaury, sino  la Refinería El Palito  uno de los complejos para la refinación del petróleo de mayor envergadura en Venezuela,  ubicado en Puerto Cabello, del Estado Carabobo,
El 30 de julio de 2013.-Aproximadamente a las 9:20 am, se registró un incendio en la planta 1100 de destilación en el Complejo Criogénico José Antonio Anzoátegui de Barcelona, La explosión generó una llamarada de 50 metros de altura,

Todo este desastre  de nuestra industria petrolera las paga en estos momentos los habitantes de la Península de Paria, que tienen que soportar colas inmensas en trancas  de carreteras, donde llegan pescadores de la “La Costa”,  zona de San Juan de Los Galdonas y de otras poblaciones pesqueras, también la vemos en la estaciones de servicio de  la ciudad de Carúpano y otras importantes ciudades de la región peninsular.

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