Los pueblos tienen el gobierno
que merecen
VENEZUELA NO MERECE EL GOBIERNO COMUNISTA
QUE LA ESTÁ DESTRUYENDO
La célebre frase “Los
pueblos tiene el gobierno que merecen”, que se le atribuye al
escritor, jurista y político español Gaspar
Melchor de Jovellanos, pareciera
tener sentido en la crisis política, económica y moral que vive Venezuela, pero
no es así
Los gobiernos y en especial el
venezolano no son expresión de madurez
de un "pueblo", es el producto de errores cometidos en regímenes pasados, que
fueron aprovechados por militares golpista, no solo para llegar al poder
con la mismas instituciones democráticas establecidas, sino cambiando o
tratando de cambiar la historia reciente, para implantar el comunismo del siglo
21, y permanecer en el poder por tiempo indefinido.
El gobierno de Venezuela, por sus políticas erradas tiene
ahora que enfrentar una serie de duras medidas económicas,
incluyendo una devaluación del bolívar y el alza en el precio de la gasolina, pero es inconcebible que en medio de la crisis en el Tribunal Supremo de Justicia
pidieron 2500 cestas de navidad con champán francés, licores de todo tipo y
jamones importados.
Expertos
económicos que participaron en el foro “Venezuela: ¿un país al borde del
colapso?”, coincidieron en que las medidas de ajuste incluirán una devaluación
del bolívar cercana al 50 por ciento. Barclays, por su parte, estima
que en menos de 60 días el tipo de cambio se ubicará en 17 bolívares por dólar.
Esto no
lo merece el pueblo venezolano, ese desequilibrio está llevando
al país a fortalecer, la aún ya crítica escasez
de productos, poniéndonos a competir con Siria (un país en guerra) por el precario
“honor” de registrar este año la mayor tasa de inflación del mundo.
Como tampoco merece el pueblo lo
que el mismísimo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señalara: “una
vergüenza la situación hospitalaria del país”, como dicen los abogados: a confesión
de parte relevo de pruebas” y llamó a los alcaldes electos en las municipales
del 8-D a resolver el problema en los primeros tres meses de 2014.
Tampoco
merece tener un Tribunal Supremo de Justicia, que nunca hace justicia cuando se
trata de enjuiciar a un alto dirigente del PSUV o de los altos funcionarios del
gobierno; ese mismo que está dejando morir en la cárcel a Iván Simonovis, mientras que los
verdaderos asesinos del 11 de abril fueron tratados como héroes y premiados por
disparar contra una manifestación pacífica.
Este
pueblo mucho menos merece que sus hijos, particularmente los jóvenes, mueran
todos los días en las calles de Venezuela y en especial en la capital de la Republica
a causa de la inseguridad que el gobierno comunista no ha podido o no ha
querido solucionar
Tampoco
merece el pueblo hacer kilométricas colas todos los días, en la búsqueda de una
harina precocida, de una lata de leche, de mantequilla, de una pasta dental, de
un rollo de papel tualé, de una toalla sanitaria.
La
gran verdad es que este pueblo no merece el gobierno que tiene y en cualquier momento
levanta de su letargo y quiera Dios que sea para concurrir a las urnas
electorales y no tomen otro camino para salir del régimen comunista de Nicolás
Maduro.
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